viernes, enero 05, 2007

El fuego destruyó instalaciones de un grupo scout


Lamentablemente debemos partir este nuevo año con una mala noticia para nuestros hermanos scout de Bahia Blanca , Argentina

Para los integrantes de la agrupación scout Curruf Lauquén, que funciona en el barrio Coronel Ramón Estomba, no habrá demasiados motivos para festejar este fin de año, ya que anteanoche un voraz incendio, que podría haber sido originado intencionalmente, destruyó un quincho y la totalidad de los elementos que se guardaban en su interior.

El siniestro comenzó poco después de las 22 en una edificación de troncos y chapas de diez por quince metros de superficie, situada en el predio de Fray Mamerto Esquiú 436, donde el grupo desarrolla sus actividades desde el 7 de octubre de 1989.

Allí, 32 chicos de entre 7 y 18 años, vieron cómo el jueves a la noche las llamas devoraban sus carpas, mesas, sillas, faroles, herramientas y algo mucho más importante, horas de sacrificio y esfuerzo en pos de un loable fin, brindar contención a niños y adolescentes.

José Pacheco, integrante de la comisión de padres de la agrupación y residente a pocos metros, fue uno de los primeros en advertir lo que estaba sucediendo.

"Me asomé a la ventana y como hacía calor, todo el mundo estaba afuera. En un momento vi que algo se estaba quemando y primero pensé que eran algunos yuyos, pero cuando salí me di cuenta que era el quincho del grupo", dijo.

Explicó que de inmediato le comunicó lo que estaba ocurriendo al jefe del grupo scout, Eduardo Limbozzi. "Me fui corriendo a buscarlo, porque el tiene las llaves del lugar para entrar. También llamamos a los bomberos, aunque tardaron como media hora hasta que llegaron", afirmó.

Pacheco sostuvo que numerosos vecinos corrieron hasta el lugar con baldes y otros recipientes para arrojar agua sobre las llamas, aunque sus esfuerzos resultaron vanos. "En un momento quería intentar entrar para sacar aunque sea las carpas, pero era imposible debido a la gran cantidad de humo que había", señaló Pacheco.

Quejas por el 911.

El vocero se refirió después críticamente a la labor del teléfono de emergencias 911. "Llamé al teléfono y me atendió el operador Nº 66. Una persona se descompensó producto de lo que ocurrió y la ambulancia que pedimos no venía", declaró.

Y agregó: "Estuvieron malísimamente mal, porque se quemó esto, pero qué pasaba si algún chico o mayor hubiera estado quemado o asfixiado por el humo".
Aseguró que en un primer momento arribó al sitio una camioneta del Cuartel Central de Bomberos cuando, en su opinión, se necesitaba la intervención de una autobomba.
"Encima primero mandaron una camioneta de los bomberos con un tacho, porque decían que habían avisado que era un incendio de pastos; para cuando vino la otra unidad, fue demasiado tarde", manifestó.
"Uno en ese momento les dice cualquier cantidad de barbaridades a los bomberos, pero los entiendo. Ellos decían que les habían avisado que se estaban quemando unos pastizales, pero nosotros nos cansamos de llamar diciendo que no era eso", enfatizó.

Sobre el origen del siniestro, Pacheco declaró que una mujer del vecindario dijo haber visto poco antes a tres menores de edad en el interior del previo de la agrupación, por lo que se conjetura que pudieron haber sido los autores. "No sabemos cómo se inició, pero ahora no nos queda otra cosa que seguir trabajando y ver la manera de levantar todo esto por los chicos que concurren", dijo Pacheco, para finalizar señalando que "mi hija tiene siete años y anoche (por el jueves) lloraban todos en casa, porque acá vienen a practicar distintas actividades y esto apaga sus ilusiones".

Informe oficial. El teniente primero Ramón García, titular del Cuartel Central de Bomberos, confirmó a "La Nueva Provincia" que en un primer momento desde el 911 se les había informado sobre un incendio de pastos naturales, aunque aclaró que poco después el mensaje fue rectificado y se envió la correspondiente autobomba. "A las 22.30 llamaron diciendo que había un incendio de pastos en Esquiú 436, por lo que salió hacia el lugar una unidad adecuada para este tipo de hechos. A las 22.40, el 911 se vuelve a comunicar y dice que el incendio era en un quincho en la misma dirección, por lo que salió el autobomba", señaló. También afirmó que al llevar al llegar al predio el incendio estaba totalmente declarado y había tomado grandes dimensiones, especialmente por las características del material empleado para la construcción del quincho.

"Es increíble ver que el fuego se llevó todo"

Uno de los más afectados emotivamente por lo ocurrido fue el jefe de la agrupación, Eduardo Limbozzi, quien ayer a la mañana seguía llorando al ver los escombros calcinados. "Cada tronco lo pusimos nosotros con los chicos y este fue el primer galpón que realizamos, a partir de la empresa de cuatro chicos. Es increíble ver que el fuego se llevó todo", sostuvo.

Destacó que el golpe resultó aún más duro teniendo en cuenta que se encontraban realizando los aprestos para el campamento anual que tenían previsto realizar a partir del 8 de enero próximo en Pehuen Co. "Es difícil explicarles a los chicos cómo de un momento para otro te quedás sin nada. A ellos siempre les damos las normas de seguridad en relación al agua y al fuego y les inculcamos que deben tener mucho cuidado. Hoy nos tocó el fuego y tenemos que padecer esto", dijo. Limbozzi manifestó no poder determinar el origen del incendio.

"No sé si fue intencional o tiraron un petardo y comenzó el fuego de manera accidental. Esto era de madera y estaba muy seca, entonces era muy fácil que ardiera", indicó. Finalmente, aseguró que pese a la importante pérdida, no se darán por vencidos. "No voy a bajar los brazos y por mí pueden entrar las veces que se les den las ganas. Ni a mí ni a nadie del grupo van a lograr quebrar con esto", declaró.

Caras tristes. Cuatro niños integrantes de la agrupación, vestidos con sus uniformes, llegaron ayer muy temprano al lugar del hecho y sus rostros reflejaban la profunda tristeza que los embargaba. Rodeados por un grupo de personas mayores, Daniela (9), Caty (10), Alicia (11) y Braian (13), casi sin hacerse notar, deambulaban por todo el predio observando azorados las consecuencias del siniestro. "Vinieron los vecinos con fuentones y baldes para tratar de apagar el incendio, pero no se pudo. Estábamos nerviosos porque tirábamos agua y no se apagaba", dijo Braian al referirse a lo ocurrido la noche anterior. El niño, quien hizo las veces de vocero de sus compañeritos, manifestó no obstante su esperanza de poder concretar el campamento previsto para dentro de pocos días. "Tenemos que seguir para adelante y empezar de nuevo. Espero que alguien nos pueda ayudar y conseguir las carpas para poder viajar", finalizó.
Blanco de atentados vandálicos

La agrupación scout Curruf Lauquén ya había sido víctima de hechos vandálicos en al menos dos oportunidades anteriores, aunque en aquellos casos se trató del robo de elementos. Según el archivo de este diario, uno de esos episodios se registró a mediados de agosto de 2003, cuando delincuentes que ingresaron en el depósito se apoderaron de dos carpas para quince y nueve personas, respectivamente, y tres faroles. Luego, a fines de enero del año pasado, desconocidos irrumpieron dos veces en el mismo día en las instalaciones, apoderándose de comestibles y otros efectos de valor, además de provocar desorden y algunos daños.


Ayuda. Eduardo Limbozzi solicitó a la comunidad que aquellos que puedan colaborar facilitando carpas y otros elementos para poder realizar el campamento previsto, pueden comunicarse con los teléfonos 4086061, 4887433 y 4884360. "Todo lo que nos puedan ofrecer vendrá bien y nos servirá para mantener la ilusión de los chicos"

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