MEXICO
A los grupos de scouts les sigue afectando la alerta sanitaria, afirma Giovanni Pierantozzi, “se suspendieron actividades, acorde a las disposiciones oficiales”.
A los grupos de scouts les sigue afectando la alerta sanitaria, afirma Giovanni Pierantozzi, “se suspendieron actividades, acorde a las disposiciones oficiales”, el mexicano de ascendencia italiana, quien guarda una gran cantidad de documentación impresa y fotografías de sus grupos de scouts, donde ingreso desde su temprana niñez.
“Nosotros tenemos reuniones con los muchachos los sábados –las reuniones de los grupos-.
E independientemente de ellas, tenemos reuniones de consejo, de provincia de distrito, de los consejos de grupo, etcétera”.
Las reuniones de consejo, que refiere Pierantozzi, suceden regularmente los primeros lunes de mes, las de distrito los primeros martes, miércoles, y jueves de mes, y las de consejos de grupo una vez a la semana.
Esta es la mecánica ordinaria, que actualmente est á suspendida hasta nuevo aviso.
Los temas que suelen tratarse en estas reuniones se centran en la reprogramación constante de las actividades, que aparentemente están en continuo diseño a detalle independientemente de alertas epidemiológicas.
“Y ver como va el avance de, por un lado, las actividades, y por otro lado, la continuidad que se está haciendo de los nuevos grupos”.
Lo anterior en el sentido de búsqueda de nuevos jóvenes para incorporar a las filas de scouts.
Es de notar que al momento que las actividades sean oficialmente reanudadas, y las organizaciones de salud, declaren salvas otra vez las actividades al aire libre e interacciones de masas, los scouts tendrán trabajo contra calendario, debido a las semanas de inactividad forzada.
Pierantozzi aprovecha también para poner el dedo en el renglón de la desatención general de los medios que solían dedicar más espacios a las actividades escultistas.
Como miembro de los scouts de Monterrey, Pierantozzi denuncia que a diferencia de décadas como los 60 o 70 en que se les hacia seguimiento y se les daba apoyo mediático, actualmente se resiente la falta de éste en la actualidad.
“En otra época, los muchachos de clan, podían manejar las actividades del grupo como servicio militar.
Eso ya dejó de usarse”, señala el scout.
“E incluso está el problema del servicio social, en las universidades se exige y los muchachos tienen que abandonar el grupo por al menos un año.
Y muchas veces ya no regresan hasta años después a presentar a sus hijos en el grupo para que se unan”.
Pierantozzi declara que esta interrupción es casi definitiva, pues lleva a los jóvenes frente a otras condiciones que a veces terminan por absorberlos y distanciarlos definitivamente de lo que pueden aprender y vivir en el clan.
“Lo importante de la historia es que la vamos a escribir,
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