Scouts españoles: "Estamos hartos de estereotipos"
Cumplimos cien años como oferta juvenil para el tiempo libre. En el nuevo siglo pretendemos que la sociedad reconozca nuestra labor.
Un joven propone pasar el verano en un campamento, lo que provoca la mofa de sus amigos. A continuación, aparece con uniforme scout y entonando himnos ridículos. Otro muchacho vestido 'a la última' le ofrece un refresco de Fanta y él descarta la idea.
Es sólo un anuncio, pero cuando se emitió, en 2004, levantó ampollas.
Al recordar aquel episodio, el director de Comunicación de Fanta, Carlos Chaguacera, ex scout él mismo, apela al "sentido del humor".
Para los scouts que lanzaron sus quejas a través de los foros de Internet, el asunto, en cambio, era más serio. El spot contenía un mensaje implícito: o eres cool o eres scout.
"En el grupo hay chicos que llevan rastas y pantalones XXL. Son chicos normales", reivindica Julio del Valle, presidente de la Asociación Scouts de España (ASDE), quien asegura que el movimiento es "perfectamente consciente de los prejuicios que despierta".
Culpa de ellos a las películas americanas que muestran escenas de scouts "desfilando y comiendo galletas" en un ambiente muy tradicional.
"Los scouts han envolucionado igual que lo ha hecho la sociedad", explica Ana Giralt, coordinadora técnica del Movimiento Scout Católico (MSC).
Siguen manteniendo parte de su uniforme -la pañoleta es obligatoria- y ritos de sus inicios, porque, según Giralt, "no se puede perder la identidad", pero con "fórmulas adaptadas a la actualidad".
Incluso su denominación ha cambiado: hace años que el término 'boy-scout' fue sustituido por el de 'scout', ya que los grupos están integrados tanto por chicos como por chicas.
Un problema de comunicación
"Hacemos una gran labor educativa, pero no sabemos trasladarlo a los medios", opina Del Valle, quien admite que el grupo tiene un problema de comunicación.
El año pasado la asociación recibió de manos de la ministra de Educación la Corbata del Orden Civil de Alfonso X el Sabio en reconocimiento a su labor de años a favor de la formación de niños y jóvenes. El movimiento también ha sido galardonado con el Premio Nacional de Medio Ambiente ¿Alguien se enteró?
La asociación está determinada a que esto cambie. El último fin de semana de enero celebró en Palencia un seminario internacional para revisar la imagen que la sociedad tiene del grupo.
En el documento resultante, en inglés, aparecen términos como 'marca', 'imagen corporativa', 'partnership' y 'estrategias de comunicación", todo un compendio de técnicas de mercadotecnia con las que se trata de construir un 'envoltorio' más atractivo.
El movimiento también contempla utilizar publicidad y campañas para dar a conocer en lo que consiste su proyecto: ocio que busca diversión, pero también donde los chicos aprenden a desenvolverse en la naturaleza, a convivir con otros muchachos de su edad y a ser "mejores ciudadanos".
Los escindidos
Los cambios llegan, pero despacio. Algunos no tuvieron paciencia para esperar y en 1993 decidieron escindirse del movimiento y formar la Federación de Scouts Regional de Madrid (FSRM).
Lo primero que hicieron fue erradicar de sus estatutos la simbología militar y el aspecto religioso que el fundador Baden Powell propugnaba en sus inicios.
Miran con atención los pasos de L'Esplai de Barcelona, "los scouts más progresistas de España" y, más allá, al BdP alemán, que ha puesto en marcha escuelas de circo para niños inmigrantes y otros proyectos sociales "que cubren las carencias de los barrios donde están".
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